¿Qué son las culturas vivas comunitarias?

 Las Culturas Vivas Comunitarias engloban iniciativas artísticas, artesanales, productivas, ecológicas, de comidas criollas, de juego, de diálogo y aprendizaje; de recuperación del patrimonio intangible o la manera tradicional de hacer las cosas, tales como la pesca artesanal, los ritos y las tradiciones, que generan convivencia y fortalecen la solidaridad entre las personas de las comunidades.

Sirven para incentivar el uso de espacios públicos y el sentido de comunidad; para cuidar la naturaleza; para fomentar la creatividad, la reflexión, la lectura; para recuperar la historia y los conocimientos de las personas mayores; para impulsar la participación; para la convivencia y como motor de desarrollo y bienestar; para que las personas jóvenes inviertan su tiempo en actividades de formación basadas en sus gustos y posibilidades.

Los grupos que integran CVC son muy diversos e integran diferentes poblaciones  tales como niñez, personas mayores, mujeres, jóvenes, personas adultas y con necesidades especiales; indígena; entre otros.

Movimiento de las Culturas Vivas Comunitarias

Es un conjunto de agrupaciones ciudadanas de diversos países de América Latina que históricamente han trabajado en animación del arte y la cultura a nivel comunitario para contribuir a formar al ser humano, potenciando el diálogo, las identidades, el trabajo colectivo, la convivencia pacífica, la participación ciudadana y el respeto por la diversidad cultural.

A través de una Plataforma Puente estas organizaciones se reúnen para incidir en la creación de políticas públicas que reconozcan, valoren y apoyen estas iniciativas. El Movimiento de las culturas vivas comunitarias se integra desde la pasión que sueña con un continente sin fronteras reconstruido desde la creatividad y el amor, desde el compromiso por una vida digna apropiada de su diversidad y riqueza cultural.

Más información de Plataforma Puente: culturavivacomunitaria.org

Principios de CVC

Lo que se busca es estimular y apoyar a las personas y colectivos que dinamizan la cultura en las comunidades.  Compartimos en este apartado los principios que guían el accionar de las iniciativas de Culturas Vivas Comunitarias.

  1. CIUDADANÍA CULTURAL

Se incentivan políticas y programas directamente enfocados a fortalecer los grupos, personas, asociaciones y redes que realizan trabajo cultural en las comunidades y con diferentes sectores y facilitar su trabajo.

Se busca que estos grupos y personas se unan en redes y plataformas para participar en el diseño y ejecución de proyectos comunales a partir de los planes municipales y a escala nacional.

Fortalecer los grupos, manteniendo el respeto por la diversidad de las identidades culturales, pasa por brindar herramientas de trabajo; por propiciar espacios para compartir los saberes que ya tienen; por el apoyo mutuo; por brindar incentivos económicos; por la adecuación de leyes y reglamentos.

Además se busca el uso del arte como herramienta de transformación social, que permita el ataque a problemáticas sociales como la desintegración familiar, la drogadicción, la inseguridad, entre otros.

     2. EL DERECHO A LA CULTURA
“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten”, artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Se entiende que la cultura es un derecho que posee toda persona y que abarca además del acceso a obras artísticas, el reconocimiento de estilos de vida, expresiones tradicionales, comidas y vestimentas locales, formas de producción y relaciones económicas alternativas, entre muchas prácticas más.

Se fomenta la democracia cultural a través de la autonomía de las iniciativas locales y el protagonismo de las personas de las comunidades en la construcción de nuevas realidades. Las culturas vivas ya existen en los territorios y el movimiento lo que busca es apoyarlas y acercarlas a otras experiencias similares.

  3. TRABAJO INTERSECTORIAL
El trabajo intersectorial tiene el desafío de poner a dialogar a personas que están movidas por visiones y experiencias un tanto diferentes. Si se canaliza bien, se convierte en una enorme oportunidad para sumar saberes y voluntades.En Panamá un núcleo articula diversos sectores en torno a esta iniciativa protagonizada por el movimiento de Culturas Vivas Comunitarias, integrado por organizaciones y redes civiles tales como Colectivo Voces Ecológicas, Mediomundo, Fundación Indicri, Grupos de comunidad Emberá, Teatro Carilimpia, entre otros.  Este trabajo conjunto necesita ser apoyado por el Instituto Nacional de Cultura, para la ejecución de diversos proyectos, los cuales están en total consonancia con Ley General de Derechos Culturales que actualmente se impulsa.